Caballococha
A 311 km. de Iquitos, ubicada en la margen derecha del río Amazonas, en la quebrada de Caballococha, cerca al trapecio Amazónico (2 días en lancha). Tanto la ciudad como toda la provincia desempeñan un papel muy importante en la comunicación fronteriza con países vecinos como Brasil y Colombia. Cuenta con servicios básicos para atender a turistas.
A 6 km. al sur de Caballococha y a 3 horas de las fronteras con Colombia y Brasil, se ubica el Lago Cushillococha. En época de vaciante se accede a pie desde Caballococha; en época de creciente se accede a la laguna solo por vía fluvial. Este lago es un afluente del río Amazonas, donde se puede hacer canotaje, excursiones, pescar o nadar. Sus aguas, relativamente oscuras y de hasta 8 m. de profundidad, son ricas en diversas especies como el bufeo gris y colorado, el sábalo, el boquichico y la yulilla. En sus orillas vive la comunidad nativa de Cushillococha, de 1700 habitantes de la etnia Ticuna, que se dedican a actividades de subsistencia en agricultura, caza, recolección y pesca; son también hábiles artesanos y fabrican productos de fibra de chambira, hamacas y jicras, especies de bolsas tejidas de fibra de chambira.
A orillas del río Ampiyacu, a unos 500 m. de la desembocadura del río Amazonas, se encuentra Pevas. Fue fundada en 1735, inicialmente a orillas del río Sisita, para luego trasladarse donde se encuentra actualmente. En la ciudad puede visitarse la “Casa del Arte”, una galería que contiene, entre otras, las obras del pintor tumbesino Francisco Grippa, que muestran costumbres propias de la Amazonía. Desde la casa pueden observarse la localidad, los ríos Ampiyacu y Amazonas, el bosque amazónico y bellos amaneceres y atardeceres tropicales.
A 500 m. de la plaza principal se encuentra un manantial llamado “El Chorro”, donde el pueblo se provee de agua para desarrollar sus actividades de subsistencia; y dice la tradición que “quien bebe de sus aguas se queda en Pevas”. Desde Pevas se pueden realizar recorridos turísticos a lo largo del río Ampiyacu y visitar las comunidades nativas de pobladores yaguas, boras, huitotos y ocainas, que han conservado su folclore y costumbres y que son hábiles en la elaboración de tejidos con fibras vegetales (jicras, hamacas), remos y cestas. También es posible realizar en la zona caminatas para observar la flora y fauna amazónica y llegar hasta la desembocadura del río Sisita.